Sharing a Passion

🇬🇧 🇪🇸 And showing my vulnerability.

May 26, 2024 (Part 1)

It was awesome! Yesterday we had our Spring Piano Concert with Alessandria Di Nardo Studio. Besides sharing what I learned throughout the school year, it also meant another chance to confront my fears: going out on stage and showing myself vulnerable.

But something was different from our last concert back in January.  What changed this time was the whole mindset around it.  Instead of performing to show other people what I could do, “Fare la brava”(be the good girl), on this occasion, I just shared my passion for playing music with other people. And not only for playing an instrument but also for my work-in-progress, learning new things, experimenting, trusting my teacher, and learning from other students who inspire me more and more every time I hear them, even the youngest, a six-year-old beautiful child.

It's also exciting for me to jump into the Stretch Zone, the one that makes everyone feel so uncomfortable, and besides the adrenaline rush I get from doing it, I keep training to do so with more confidence. This is about embracing my vulnerability, which previously I struggled against by avoiding making mistakes in front of other people at any cost, but now I just surrender to it and let it flow with no attachment to the result but the process instead. Yes, I’m vulnerable, like every human being, and I let people know about it. But it doesn’t matter anymore, I still have something beautiful to share with them and I know that I’ll do better over time. I hope that they enjoy seeing my progress as a reminder that it’s never too late to initiate something in life that you like so much. Believe me, this is a complete game-changer.

And then, I enjoy the complicity among the students. We were thirteen playing in this concert (ages 6 to 58), who share something in common: our passion for music, our passion for playing the piano and growing together in this adventure. We meet two to three times per semester in a Master Class with our teacher Alessandria. We volunteer to play a piece in order to give and get feedback from others to see how can we improve our performance. It’s so delightful! I’ve got so many great tips from them who by the way, I consider ten times better than me, but that really doesn’t matter anymore because I’m not competing, just enjoying. I admire their talent and enjoy their contribution to the group. We just have something in common and we like to share our different perspectives about it. Can you believe how rich this is? We also support each other in handling our anxiety before going on stage because, boy, It’s hard!!  But we are all in the same boat, the same situation and we handle it accordingly.  

There is also our lovely teacher, Alessandria, una donna in gamba, who makes all this happen. She has the beautiful gift of teaching and making her students grow in so many ways. She teaches us so much more than just how to play the piano, things like how to regulate ourselves, our flaws, our patience, our tenacity, self-compassion, and the subtle details to improve the sound among so many other things. Can you see now how this relates to life? That's one of the great values of doing an artistic practice of any kind. And then, her beautiful and sweet smile, she’s so gentle when she corrects a mistake that awakens your curiosity to keep on learning even more. She was the one to put me on stage in the first place. I wasn’t even interested whatsoever at the beginning. I have no idea how she did it, but there I was yesterday, sweating like hell and enjoying the moment so much! She’s not only a great pianist, but an extraordinary teacher. It’s such a delight to learn from her. Grazie Maestra!

And since I like sharing all my day-by-day activities with my travelers in My Way Experiences, I’m very glad that I could share these piano lessons with a couple of them. A traveler liked this activity so much when he came to Florence to do a Reset Experience with My Way back in ‘22, that he kept taking online lessons with Ale when he went back home. Now he can enjoy the benefits of this beautiful adventure just like we do.

That’s my job, to share all these Experiences with people who come to Florence to live them with My Way. My job is also to expand the enjoyment of simple activities by experimenting and exploring, learning about all the beauty the Tuscan region offers so they can share it with the people they love. This is like the synapsis effect, and it's what makes me really happy, a lot!

Yes, I live my life as an adventure and at this moment, twelve hours after the concert, I just can’t wait to go out on stage again and share a little bit more of myself, my passion, and my vulnerability.

To be continued…

COMPARTIENDO UNA PASIÓN

Y mostrando mi vulnerabilidad.

Mayo 26, 2024 (1a. parte)

¡Fue Increíble! Ayer tuvimos nuestro Concierto de Primavera con el Estudio de Alessandria di Nardo. Además de compartir lo que aprendí durante el año escolar, también tuve otra oportunidad de enfrentar uno de mis grandes miedos: mostrarme vulnerable en público arriba de un escenario.

Pero algo cambió con respecto al concierto que tuvimos en enero. Lo que cambió fue todo mi mindset acerca de este evento. En vez de enseñarle a otras personas de lo que soy capaz (como típica niña buena), en esta ocasión solo les mostré la pasión que tengo por compartir con ellos la música que estoy aprendiendo a tocar. Y no solo es el hecho de poder tocar un instrumento  sino todo el trabajo realizado, las cosas que aprendí experimentando con algo nuevo, la confianza que le tengo a mi maestra y todo el aprendizaje que me dieron los demás estudiantes quienes me inspiran cada vez más cuando los escucho tocar, hasta un niño hermoso que tiene apenas seis años.

También disfruto mucho entrar a mi Zona de Stretch, en aquella en la que todo mundo se siente muy incómodo, que además de darme un golpe fuerte de adrenalina, continúo a entrenarme para entrar en ella cada vez con mayor confianza. Todo esto se trata de aceptarme vulnerable, con lo que antes luchaba incesantemente evitando equivocarme a toda costa enfrente de otras personas. Pero que ahora tan solo me rindo y fluyo sin ningún apego al resultado, observando de muy cerca todo el proceso. Sí, soy vulnerable, como todo ser humano, y dejo que la gente lo sepa. Pero ahora ya no me importa, porque aún tengo algo hermoso que compartir y sé que mejoraré poco a poco a través del tiempo. ¡Qué maravilla! Un ahorro fundamental de stress. Espero que ellos disfruten ver mi progreso y que recuerden que nunca es tarde para iniciar algo en la vida que te haga gozar tanto. Créanme, esto es un cambio de juego por completo.

Además me encanta la complicidad con los demás estudiantes. En esta ocasión tocamos trece (edades de 6 a 58), que compartimos algo en común: nuestra pasión por la música, por tocar el piano y crecer juntos en esta hermosa aventura. Nos juntamos de dos a tres veces por semestre en una Masterclass con nuestra profesora Alessandria. Podemos tocar una pieza de forma voluntaria en frente de los demás para dar y que nos den retroalimentación de cómo podemos mejorar la interpretación de esa pieza. ¡Es maravilloso! He recibido tantos consejos de ellos, que por cierto considero diez mil veces mejor que yo, pero ahora ya no importa porque no estoy compitiendo, solo disfrutando. Admiro su talento y sus contribuciones al grupo. Tan solo es, que teniendo algo en común, nos gusta compartir las diferentes perspectivas que tenemos al respecto. ¿Pueden creer la riqueza de todo esto?  

También nos apoyamos mutuamente para manejar nuestra ansiedad cuando estamos por salir al escenario, porque ¡Qué barbaridad, qué difícil es!!! Pero todos estamos en el mismo barco y lo manejamos como mejor podemos.

Y luego nuestra querida maestra, Alessandria, una donna in gamba,  es quien hace que todo esto suceda. Ella cuenta con el maravilloso don de la enseñanza y hace que sus estudiantes crezcan en diversos aspectos. Enseña muchas cosas además de tocar el piano, por ejemplo, cómo auto-regularnos con respecto a nuestros errores, nuestra paciencia, nuestra tenacidad, auto-compasión, los detalles sutiles de cómo mejorar el sonido, entre tantas otras cosas. ¿Ahora entienden la similitud de esto con las lecciones de vida? Por eso las prácticas artísticas de cualquier género son tan valiosas.  Ale además cuenta con una delicada sonrisa. Nos corrige con tal gentileza, que despierta la curiosidad de seguir aprendiendo de ese mismo error. Ella fue la que me subió al escenario, yo ni siquiera estaba interesada en participar en los conciertos a decir verdad. No tengo idea cómo lo logró, pero heme ahí ayer, ¡sudando como loca y gozando del momento como nunca! Ale no es sólo una extraordinaria pianista pero también una gran enseñante. Es una delicia aprender con ella. Grazie Maestra!

Y como yo disfruto compartir mis actividades del día con día con los viajeros que vienen con My Way Experiences, me ha dado un gusto enorme también compartir las lecciones de piano con un par de ellos. A uno que vino a hacer una Experiencia Reset en ‘22 le ha gustado tanto, que desde entonces ha tomado lecciones online desde su casa con Alessandria para seguir aprendiendo, y ahora él también puede gozar de los beneficios de esta increíble aventura.

Este es mi trabajo, compartir todas estas Experiencias con gente que viene a vivirlas a Florencia con My Way. También es parte de mi trabajo expandir el gozo de actividades simples experimentando, explorando y aprendiendo acerca de toda la belleza que la región Toscana ofrece para que a su vez ellos la puedan compartir con sus seres queridos. Este es el efecto Sinapsis, y es lo que a mí me hace sumamente feliz!

Sí, yo vivo mi vida como una aventura, y en este momento, a doce horas después del concierto, no veo la hora de treparme al escenario de nuevo para compartir un poco más de mí, de mi pasión, y de mi vulnerabilidad.

Continuará…